martes, 7 de julio de 2009

Sobre la Importancia de la Conciencia del Pasado (lo que se tocó o generó antes) en la Improvisación

Fue una mañana, al terminar mi desayuno, cuando descubrí que durante un solo improvisado uno tiene que poder viajar al pasado cuando quiera.

El Gato Barbieri, disco Ruby, Ruby. Tema: Latin Reaction. El solo del Gato en este tema es de una simpleza y una belleza impresionantes. Desarrolla un solo motivo, uno solo. La armonía se va densificando sobre una progresión tradicional latina. Todo va creciendo, se intensifica de manera progresiva. El motivo continúa. Es una improvisación única.

Acá el Gato retoma constantemente su motivo principal. Lo mismo hace en varios solos de este disco. El Gato toca una frase y no la olvida. La toma varios compases posteriormente. Tal vez no sea improvisación. Recordar una frase que tocaste hace algunos minutos, con muchas cosas en el medio, es sumamente difícil.

A eso me refiero con poder viajar al pasado, y luego al futuro, ida y vuelta. En la improvisación sin planeamiento previo, es necesario tener esta capacidad para darle unidad y coherencia al solo. Volver a algo que se planteó en algún lugar del discurso. Incluso poder decidir que ese será el eje de mi solo, a él he de volver en cualquier momento. Dicha frase, motivo, período o como se le quiera llamar será recordado mediante cualquier ley gestáltica aplicada a la música: similitud rítmica, melódica, agrupamiento de notas, lugar en que fue tocada, las posibilidades son muchas. La más simple y clara es, evidentemente, la repetición exacta o la variación.

Pasa en el solo de Coltrane de Giant Steps, del disco homónimo (la master take). Al inicio de algunos de los coros, principalmente los primeros, Coltrane retoma la misma frase varias veces, como si fuera un levante. Y en determinados compases del medio hace una frase cromática ascendente, siempre en el mismo lugar. Podrá argumentarse que seguramente, de tanto tocar el solo, fue fijando algunas frases. El tempo es rápido, cuando esto sucede los solistas suelen ser repetitivos en los cambios más complejos, donde se genera mayor angustia y por ende se busca la salida más fácil... repetir lo mismo.

Lo cierto es que la búsqueda de la cohesión, dirección y sentido de un solo improvisado en jazz o en cualquier otra música popular debe tomar muy en cuenta lo que se tocó antes. El solista debe intentar recordar de dónde viene... para saber adónde va (lo cual constituye otro tema). Por un lado, entre más simple y melódica sea una frase, o cualquier otro atributo que haga que una frase sea memorable para quien la toca-factores emocionales o ligados a experiencias o evocaciones pueden entrar en juego- más fácil será retomarla posteriormente. Por otro lado, puede ser que en el momento un pasaje haya resultado interesante y el solista lo quiera retomar por lo que se generó en conjunto... acá será un poco más difícil incluir a los acompañantes en la intención de querer volver a hacer lo mismo y la comunicación y claridad en dicha intención serán vitales.

La conciencia del tiempo en el improvisador es de suma importancia. Ver su solo como un todo en cualquier momento, nunca perder de vista el plano general de lo que va construyendo, como un pintor que se aleja de su obra para percibirla más claramente. El tiempo debe concebirlo como una goma flexible, poder ir atrás, repitiendo, variando o desarrollando motivos expuestos, o poder ir hacia adelante en su pensamiento, decidiendo hacia dónde quiere llegar, hacia dónde va, tal vez no de manera anticipada, pero siendo conciente de lo que va generando sin olvidar, insisto, lo que recorrió.

A fin de cuentas, uno siempre quiere volver a lo que quiso, a lo que amó, aunque a veces olvide lo estaba buscando porque pasaron muchas cosas en el medio: distracciones banales... diarrea de notas o pasajes superficiales.

"Já me utilizei de toda a escala e no final não sobrou nada. Não deu em nada."
Samba de uma nota só - Tom Jobim