los domingos son tranquilos. me levanto tarde y desayuno con horacio. los domingos él limpia la cocina con lavandina, barre el patio, lava su ropa, compra frutas y comida para la semana. yo me pongo a estudiar toda la tarde. a veces limpio el cuarto. almorzamos juntos algo que generalmente horacio cocina. no me baño como hasta las cinco, agarro la bici y voy a la parroquia para ensayar con el coro y luego a la misa
ahí atrás está pedro quien, junto con laura, al frente, son como los guitarristas oficiales. al colombiano carlitos mayuza (de anteojos) le encanta entonar con ganas. atrás, otro extranjero, rodney (suéter negro letras rojas) un boliviano muy querido por todos por su increíble disposición para siempre ayudar en todo y dar abrazos gratis
el altar de la basílica, medio recargada, medio rococó
ese día, luego de misa, fue la reunión antes de la peregrinación a la virgen de luján (en argentina es como la romería). varios confirmaban su participación en el grupo que salía de esta parroquia
un par de fotos con ayelén, una chica ultra simpática y cariñosa, platense
luego de esto fui a buscar a jorcis, que estaba en casa de meri, una amiga. meri tiene un sapo llamado octavio. ese día se lo prestó a jorgelina y le puso un abrigo para el frío
meri nos invitó a su casa a ver unas películas con pablo (rojo) y marcos (pelo largo), quienes fueron en mi bici a alquilarlas, tardaron un montón. no nos quedamos porque jor tenía clases de danza en la mañana y yo quería salir a tocar. sí, domingo en la noche también hay vida. meri es de chascomús, de donde también lo es sergio. estudia filosofía y teología
octavio, antes de salir
así que acompañé a jor a su departamento, feliz con su amigo
